Hoy comparto con vosotros el post que seguramente más me ha costado escribir y es que quiero contaros por qué soy fotógrafo documental de bodas. Y, ¿por qué hoy? Pues porque se celebra el Día del Padre y yo le debo todo lo que soy a mis padres y probablemente el ser fotógrafo documental concretamente a mi Padre.
Día del Padre
La verdad que no he podido evitarme emocionarme al escribir estas líneas, para mi aún es difícil hablar del tema, pero no quería dejar pasar la oportunidad de hacerle un pequeño homenaje a mi padre en este día allá donde estés..
Como muchos quizás ya sabéis, Cucharero no es mi apellido oficial, es el de mi padre, al que llevo plasmado en el alma, en mis fotos y en la piel. Al que no hay un sólo día que no añore su presencia.
¿Sabéis de las cosas que más me arrepiento en la vida? De no tener las suficientes fotos con él. Si pudiera volver años atrás seguro que las cosas serían diferente..
Fotógrafo Documental
Cuando me inicié en esto de la fotografía me di cuenta que tenía pocas no, poquísimas fotos de mi padre en su día a día. Tenía algunas posando, retratos estáticos, sin vida, sin contar ninguna historia. Fotos en las que tenía que esforzarme en recordar qué estábamos haciendo en ese momento, con medias sonrisas, fotos sin más, sin ninguna historia.
Un día alguien me entrego una fotografía en la que aparecía mi padre y que hablaba por si misma. Él no salía posando ni con su mejor traje, no, él salía siendo él mismo, manchado de trabajar, con los perros encima de él,no sabéis lo gratificante que fue recibir ese bonito recuerdo para mi, el valor que tiene esa fotografía concretamente..
Es una mala fotografía pero si documental, con historia, contexto, me recuerda su personalidad, su voz y hasta su olor.. Es increíble lo que una sola fotografía puede hacerte sentir con el paso del tiempo.
Todo esto me hizo reflexionar mucho, me hizo pensar qué estaba haciendo con mi fotografía, qué quería que mis clientes recordasen en un tiempo y evolucionar profesional y personalmente…
Desde entonces quise cambiar la forma de guardar los recuerdos, menos estéticos, menos flashes y menos poses y mucha más historia, contexto, gestos, sentimientos, fotografía mucho más real.
Me emociono cada vez que puedo dar esa parte de su historia viva a cualquier persona, siempre que voy a disparar me pregunto , ¿ Qué me gustaría a mi recibir y cómo? Me acuerdo de mi padre, de lo que no tengo, eso es lo que siento y eso lo que trato de hacer…
quería convertir mis fotos en sentimientos, historias reales, en recuerdos convertidos en arte… Y eso hice, por eso me convertí en fotógrafo documental de bodas. Creo que es el mayor arte fotográfico el más difícil probablemente pero el que de verdad tiene un sentido para esa persona y para mi.
Es raro no ir por cualquier calle caminando y viendo a gente haciéndose selfies y posando para la cámara de su móvil, pero, ¿qué valor tienen esas fotos posadas el día de mañana?
Hoy quiero invitaros a reflexionar sobre ello y también sobre algo todavía más importante, ¿cuántas fotografías tienes de tus seres queridos en su día a día? Fotos de tus padres en casa haciendo su vida rutinaria, madres con batas y moños en el pelo, abuelas cocinando esas ricas lentejas que tanto te gustan…. En fin, ¿cuántas fotos tienes de lo que de verdad querrás recordar el día de mañana?
Sé egoísta y documenta tu propia vida, es el mayor de los regalos que podrás hacerte, hacer a tus hijos, tus hermanos, tu familia..
El valor de los recuerdos
Así que con esa máxima trabajo en cada uno de mis reportajes de boda, tratando de captar los recuerdos y las historias vividas en uno de los días más importantes de sus vidas para que los novios, cuando vean sus reportajes dentro de 10años, sean capaces de recordar todo lo que allí pasó, tal cuál como pasó, con mucha fuerza y real.
Gracias Papá por haberme dado tanto. Estoy orgulloso de ti y de poder hacer uso de este bonito apellido que se ha convertido en un motor desde siempre.
Algo que cada vez que lo reflejo me hace recordar mi vida, toda mi infancia, a TI.
Ojalá tardemos mucho tiempo en vernos, pero también seré muy feliz el día que eso pase.
Sé feliz allá donde estés.. ¡Feliz día del Padre!
Gracias por dejarme tanto ¡TE QUIERO!