Sin duda hay lugares con historia y parejas con una historia muy especial.
Como la de Sara y Brando, fue una tarde especial, especial por la magia que trasmitían sus ojos al mirarse, y tan especial que la hicimos paseando por una de las ciudades más bonitas del mundo, Roma.
Ser fotógrafo de bodas en Madrid, te permite coger un vuelo y presentarte en cualquier ciudad de Europa, buscar una ciudad mágica, en éste caso la ciudad natal de Brando, todo un lujo de tarde la que pasamos con ellos, recorriendo las calles de la ciudad, acompañados del brillar de sus miradas, Pasear por la historia y rincones de la ciudad da para hacer cientos, miles de fotos..
Me siento todo un afortunado con lo que tengo, con lo que soy y con lo que hago. Unificar viajes, otras culturas, amor y fotografía sin duda es la combinación perfecta para ser feliz, si además te encuentras parejas tan especiales, con ese amor tan profundo que desprenden sus almas, de verdad, pocas cosas se pueden pedir más en la vida..
Gracias Sara y Brando por compartir éstos bonitos recuerdos de vosotros.